Quinta edición Plan B - Marzo 2009

"Curiosamente los votantes no se sienten responsables del fracaso de los gobiernos que han votado" Alberto Moravia

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Luis Dario Pintos

EL 2009 DEL CLUB FERROCARRIL GRAL. SAN MARTÍN

Con las nuevas reglas los equipos como Hindú se van a hacer un festival

En diálogo exclusivo con Plan B, Mariano Bosch, entrenador de San Martín respondió cada una de las preguntas con la misma firmeza y convicción con la que defendía la camiseta de Los Pumas.

Atrás quedaron los festejos por el centenario del club y la lucha por permanecer en Primera para San Martín. Hoy es tiempo de pretemporada y de proyectar como vendrá el 2009.
Luego del amistoso con un triunfo sobre G.E.I. por 74 a 14, donde quedó en evidencia la diferencia de categoría entre ambos equipos; dialogamos con Mariano Bosch, entrenador de Pacific, quién respondió cada una de las preguntas con la misma firmeza y convicción con la que defendía la camiseta de Los Pumas.

- Mariano, ¿Cómo se viene realizando la pretemporada de San Martín?

- Para esta pretemporada hicieron un trabajo individual todos los jugadores desde diciembre y a partir del 7 de febrero empezamos lo grupal, privilegiando la parte física; están entrenando con planes individuales y cuatro veces por semana. Estamos haciendo muy poco rugby, recién en marzo comenzamos a practicar el scrum, el line, pero privilegiando siempre la parte física. Hoy en rugby con las nuevas reglas hay que correr mucho más, porque si no se está bien físicamente no se puede entrar a la cancha. A partir de la semana que viene, comenzaremos a meter más rugby.

-¿Qué cambios crees que ocurrirán en el juego con las nuevas reglas?

-Se agiliza muchísimo el juego. Va a costar en el rugby nuestro; salvo a los primeros ocho equipos de Primera; a todos los demás les va a costar mucho. El tema es la dinámica, porque nosotros estamos acostumbrados a los line que antes tardaban y podías tomar un poco de aire; en cambio, hoy te pueden jugar un tiro rápido y te atacan y así los equipos como Hindú se van a hacer un festival porque están acostumbrados a jugar de esa manera y nos tendremos que acostumbrar nosotros.

-El año pasado apuntaron a la permanencia en Primera. ¿Cuál será el objetivo para 2009?

-El año pasado fue una transición importante porque ser de Primera no es un año sino que son 3 años de consolidación de un equipo. El objetivo es imponer ritmo de un equipo de primera, jugar y generar dos o tres fases de juego, jugar más duro, con mucha más dinámica respecto a las reglas nuevas. Cuanto mejor nos salga esto más posibilidades de ganar tendremos.

El sábado 21 enfrentará a Manuel Belgrano y el 28 a San Luis. También tienen planeada una Gira a Mar del Plata, del 2 al 5 del mes próximo para jugar frente a Mar del Plata Rugby y Sporting Rugby.
Esta serie de partidos amistosos servirá de preparación para el Torneo que comenzará el 18 de abril cuando Pacific reciba a Olivos por la primera fecha de la zona C.

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Luis Dario Pintos

EL 2009 PARA SITAS RUGBY

Con el objetivo de mantenerse en Segunda

Tras el excelente 2008 en el que consiguieron el tan ansiado ascenso al Grupo II del Torneo de la URBA, el conjunto de El Palomar buscará afianzarse haciendo hincapié en la parte física.

El objetivo principal será mantener la categoría. Después ver si se puede apuntar a la Reubicación, pero el equipo sabe que será muy difícil por venir de Tercera. Este año como la gran mayoría de los equipos de rugby se hará hincapié en la defensa, ya que ahora con las nuevas reglas hay que tener muy buen estado físico.
Buscando esa puesta a punto, el sábado visitaron al Club Italiano con una nueva edición de la Copa Italia en juego y Sitas venció por 31 a 19 a su clásico rival. Fue un partido muy áspero, con muchas infracciones y con un expulsado por lado; pero Sitas lo sacó adelante como pudo, con 14, demostrando ser un equipo con mucha garra y se llevó una clara y merecida victoria.
Les quedan tres partidos amistosos más, ahora viajarán a Pinamar para hacer una mini gira con mucho entrenamiento físico y jugarán un partido allá. Con la idea de mejorar la parte física, que se sabe que para jugar en Segunda es muy importante.
SITAS comenzará el Torneo de la URBA el próximo 18 de abril cuando reciba a Centro Naval (otro ascendido de G III) en la primera fecha de la zona C que comparte con GEBA, Banco Hipotecario, Liceo Naval, Curupayti, Liceo Militar y San Andrés.




Tercera edición Plan B - enero 2009

"Sólo hay un bien, el conocimiento. Solo hay un mal, la ignorancia" Sócrates


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Mariel Gabe

La Paz, Entre Ríos, cientos de atletas convocados.

25to Triatlón internacional de La Paz
Casi 1000 jóvenes de todo el país, entre ellos deportistas del distrito de Tres de Febrero y San Martín, participan del 25° aniversario de la competencia.

El Triatlón internacional de la Paz, organizado por la F.A.T (Federación Argentina de Triatlón), se desarrollará los días 16,17 y 18 del corriente. Esta prestigiosa competencia, es considerada como la más antigua del Litoral Argentino y está muy cerca de cumplir las “Bodas de Plata”, ya que comenzó en el mes de febrero de 1985. A partir de allí cada vez más jóvenes se suman a este desafío. Dentro de la competencia se encuentran inscriptos cientos de atletas de todo el país, entre ellos deportistas independientes o pertenecientes a clubes de diferentes localidades del distrito de Tres de Febrero y San Martín; como por ejemplo: Ciudadela, San Martín, Villa Ballester, Ciudad Jardín, entre otros.
El triatlón, convertido en deporte olímpico en los Juegos de Sydney 2000, es una práctica de resistencia que reúne tres disciplinas deportivas: natación, ciclismo y carrera a pie (pedestrismo). Los deportistas que lo practican mantienen un arduo calendario de entrenamiento para poder enfrentar las exigencias de las pruebas físicas que presenta este deporte individual. “En el triatlón tenés que dedicar mucho tiempo de preparación, yo en mi categoría de amateur practico entre 3 y 4hs por día, pero los de altas categorías, que se dedican solamente a esto, invierten mucho más tiempo. En Los entrenamientos hay que ir intercalando las tres disciplinas” cuenta para Plan B, Sebastián Garone, un joven de Ciudad Jardín que está participando de la competencia, a través de un club en la localidad del Palomar.
Cada atleta compite contra reloj para obtener la mejor marca. Los mismos reciben asistencia de los voluntarios designados por los organizadores del evento, quienes proveen de bebidas a lo largo de la carrera. Los participantes no están autorizados a recibirla de cualquier otra persona, dentro o fuera de la competencia.
En el torneo intervienen atletas que se clasifican en distintas categorías, en las que, además de la edad, difiere la cantidad de distancia a recorrer.

Existe también la categoría infantil, en donde el camino a recorrer depende de las edades, que van desde los 6 a los 14 años.
Los días de competencia se distribuyen según las clases. El viernes 16 participa la categoría Infantil, el sábado 17 la Super Sprint, Promocionales, Juveniles, MTB, Age groups o amateurs y el domingo 18 la Elite y sub 23.
“El torneo que se realiza en la ciudad de la Paz está bueno porque en Argentina es el lugar donde hay mayor convocatoria de atletas, más de 900 participantes, mientras que en otros el número no es superior a los 250”, enfatiza Sebastián Garone.
Puntaje adicional:
Los concursantes, tienen la posibilidad de sumar puntos, tanto para este como para otros campeonatos, debido a que algunas otras competencias eligieron a la ciudad de La Paz como lugar en donde se recorre parte de su circuito; tal es el caso de:
Ø Evento continental I.T.U (Unión internacional de Triatlón), sólo para categoría Elite – Copa Panamericana Patco.
Ø Campeonato sudamericano de Triatlón 2009
Ø 3° fecha Copa Argentina de Triatlón F.A.T 2008/2009
Ø 5° fecha Circuito Entrerriano de Triatlón 2008/2009
“El triatlón es un deporte que está en expansión, mucha gente descubre lo que es y lo ve como un desafío. El tema es que necesitás invertir bastante dinero, por ejemplo en zapatillas para correr, una bicicleta de ruta, vestimenta, como el traje de neoprene. Otro problema por lo que se dificulta practicarlo, es el costo de las carrera ya que no son baratas; la inscripción no sale menos de $200, a lo que se le suma el desplazamiento y el alojamiento, en el caso que tengas que viajar.” Opina Sebastián Garone.
Muchos atletas escogen practicar este deporte para obtener los múltiples beneficios que ofrece a la salud. Dado que las tres disciplinas son de resistencia, casi la totalidad del entrenamiento es de ejercicio cardiovascular. Además, al tener que prepararse para más de una actividad, se obtiene un mayor equilibrio de toda la musculatura del cuerpo. También es considerado un deporte que no cae en la monotonía, ya que combina tres áreas deportivas, que además incluye la resistencia mental que muchos triatletas tienen que preparar para completar en buena forma las largas distancias.

Primera edición Plan B - noviembre 2008

Diego Propato

CRÓNICA DE UN CUENTO
Supermercados Chinos y Supermercados Cochinos, Pasen y vean. Que Ciego Canta y En Penumbras Pelea... Ese Último Almacén…

Que el 70% de los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires, padezca estrés y que gran parte de este porcentaje tenga que automedicarse, fumar marihuana y/o cobijarse en el diván de un psicoterapeuta es como mínimo preocupante.
¿Cómo elegimos vivir? Las funciones de contención social que recaían no hace tantos años, en
los clubes de barrio y sociedades de fomento, hoy parecen perder terreno, en manos del Shopping. O en ese otro lugar tan apropiado para el recreo del diálogo autista y la práctica monosilábica: el cyber café. El almacén de la esquina, tan emparentado con buena parte del siglo XX, es hoy una rara abis, una especie casi condenada a la extinción.
La historia que se narrará a continuación, intentará mostrar la lucha conmovedora de un psicótico (Carlitos), en medio del manicomio gigante como en reiteradas oportunidades es Gran Urbe, que en su ritmo alocado, impone condiciones y necesidades desmedidas, disparatadas. Que parece empecinada a acrecentar la fobia social.
Al congregarse con los parroquianos autómatas de un supermercado, Carlitos siente la necesidad de recuperar el poder de la palabra. De no querer más, ser un indiferenciado miembro del rebaño. Le costará mucho y tal vez no lo logre ni en diez reencarnaciones seguidas. Pero nada más que por el anhelo de su corazón romántico que intenta reverdecer un viejo ícono barrial como es el almacén de barrio, ante una realidad que a veces se presenta tan humana como una picadora de carne (humana). Por no creerle a los monstruomercados cuando nos dicen: “Te quiero”. Tal vez sea sólo por esos raros gestos de grandeza, que estas líneas podrían ser leídas.

Los 25 grados y el cielo diáfano del sábado soleado, contrastaban con los seños fruncidos de estrés que portaban los transeúntes mientras desfilaban por la gran ciudad.
Entre el monumento nacional y un pelotón de vehículos que al acecho descansaban en la luz roja, una maratón de peatones exigía el paso en la avenida más ancha.
A Carlitos, la cuenta regresiva del semáforo se le reflejaba en el entrecejo casi como un místico tercer ojo. Agitado, lanzó al aire las gotas de sudor que hacían equilibrio en las hendiduras de sus labios, al murmurar un reciente y visceral deseo apocalíptico: “Ojalá todos estos autos se la pongan contra el Obelisco, boludos”.
Se detuvo al 999 de la larga avenida Rivadavia. Hay allí un Carrefour que en su fachada exhibe la gigantografía de una joven muchacha nórdica, de gran sonrisa. Se preguntó qué mecanismo interno lo impulsaba a estar en la puerta de un lugar como ese y no en una plaza. “Semejante día y yo traicionando al viejo”. Resignado, cerró los ojos, avanzó unos pasos y la puerta del supermercado se abrió ante él. Zamarreó el primer changuito que encontró y fue a la carga.
“Tranqui, hoy va a ser rapidito Charly “, parecía alentarle una voz interior.
Tenía entre sus manos las lamparitas que necesitaba su departamento cuando el sonido de ambiente que envolvía al supermercado le iluminó el alma. Melómano, aunque no ecléctico se sorprendió gratamente al escuchar tonos tenues, agradables, como de vals. Olvidó prejuicios y contempló el braceo de los clientes, que con gracia y al unísono, como en una democrática danza, amagaban vaciar las enormes góndolas, de una manera acompasada, hasta con cierto decoro.
_Cuantos preconceptos tenés Carloncho. El Gaita tuvo ese negocito que para vos fue lo máximo, qué sé yo, como la panacea barrial sería. Pero vos eras chiquito, y el Gallego tu papá. Nada menos. ¿Cómo no vas a idealizar? “Escuchá que melodías te están pasando ahora…”
¡Ponele onda que los tiempos cambiaron cabezón!

Carlos tenía por costumbre hablar solo. Podía pasarse varios minutos compenetrado en cálidos y minimalistas monólogos. De carácter sensible, nostálgico, recordaba siempre aquél almacén que su padre tuvo en la parte delantera de su vivienda, situada en Rivadavia, casi Ayacucho, a media cuadra del edifico de Luz y Fuerza, en el Partido de San Martín. Se le vino a la mente un cuaderno verde del que el simpático español se valía para fiarle a clientes que, seguro, le pagarían a fin de mes; pero una voz artificialmente feliz, que informaba sobre ofertas y los beneficios de recargar el crédito del celular dentro del super, lo acercó de vuelta a aquél sábado de compras.
Cerró sus ojos y vio con nitidez, a unas viejas que cuarenta años le tocaban el timbre a Don Javier, que siempre las atendía aunque el local estuviera cerrado.
–Zzeñoras zerré porque Carlitos cumple diez añus, pero igual me alegro de verlas…
Un tono de voz centroamericano, con el cual nunca comulgó, pareció bajarlo del limbo. “Si el norte fuera el sur sería la misma porquería…”. Desorientado ya sin acordarse lo que iba a comprar, contempló productos pintorescos, figuras decorativas (para él), que rezaban: Cous Cous Randa, origen Líbano; Comino Rajah de la India y pimienta de Jamaica. Notó que aquella entusiasta voz de los altoparlantes cortaba a la mitad un tema que hablaba sobre un pez tiburón, para anunciar que las compras superiores de 100 pesos participarían de un sorteo debido al cercano cumpleaños de la cadena de supermercados.
Observó que nadie hablaba con nadie en aquél lugar, ni siquiera se intercambiaban miradas. Tan diferente al local de Papá Javier, almacén que siempre hacía las veces de club social. La gente se enteraba de todo lo que pasaba en el barrio. Hasta un par de matrimonios se empezaron a gestar, cuando los purretes (¡que estaban obligados a usar pantalones cortos!) y las pibas chamullaban antes de ser atendidos en la noble covacha.
Como si recibiera una perfecta combinación de golpes de boxeo, su cerebro acusó el nuevo anuncio de ofertas: “En nuestro cumpleaños, 2x4 en productos de limpieza”, seguido de una afirmación que manifestaba el afecto incondicional que la multinacional siente por cada uno de sus clientes. Automáticamente, el reguetón empezó a sonar, a barrer el soliloquio interno y también a todos esos recuerdos tan antiguos.
Carlos respiró bien hondo, giró tanto la cabeza que impactó con el mentón en ambos hombros. Tuvo la misma sensación que al cumplir los diez años, cuando aún siendo Carlitos, reveló por sus propios medios, aquel enigmático truco, que con obsesivo recelo guardó su tío por años. Pero al verlo que tan borracho ensayaba esa peligrosísima prueba de magia que incluía 2 serruchos, una petaca Mariposa y una pistola calibre 38, el niño comprendió que la vida era más llana de lo que parecía.
Una vez iluminado, el velo de sus ojos se le cayó solo, y podía ahora ver lo que nunca antes pudo: la música aceleraba a la gente; el ritmo casi frenético las invitaba a abalanzarse sobre los productos. ¡Abra cadabra! Notó que al instante que el número de cajas registradoras habilitadas se habían duplicado en comparación a cuando él había entrado. Se convenció de que la gente que estaba en la cola vaciaba el carrito y desenfundaba la billetera de acuerdo al tempo musical. Se acordó del filósofo Diógenes de Sinope, el cínico, que al pasar por los mercados se mataba de risa al ver cuantas cosas había allí… que él no necesitaba. El ruido de 20 paquetes de galletitas que caían de un estante lo volvió a la realidad en un instante. Se acercó para auxiliar al bueno del señor de rostro elefantino que había tenido el percance. Cuando levantó el segundo paquete amarillento pudo leer: “Double chocolate” …”cookies”…”for a warm, melty chocolate experience pop a cookie”…”in the microwave for 10-12 seconds”.
Miró el reloj y tomó conciencia que había olvidado tomar el ansiolítico que eligen el 6 de cada diez porteños. En forma automática desvarió. La mente empezó a funcionarle como un defectuoso proyector al que se le cruzaban una catarata de escenas en forma anárquica: la carrera por la 9 de Julio, los mensajes subliminales, el manejo de la música como herramienta manipuladora. La agonía del viejo almacén y el preocupante apuro de no saber a donde ir…
A Carlitos se le zafó la cadena, entonces quedó libre aquel interior animal de granja, que lo incentivaba a desear todos aquellos productos que tenía delante de sus narices. Aplastó con la frente uno de los paquetes del piso. Presionaba otros dos con sus rodillas, mientras agitaba los dedos, emulando una especie de danza macabra.
Gritó: “¡Diez segundos en el microondas nada más! ¡Nos hemos convertido en unos comehamburguesas de mierda!”.

Acto seguido, arrojó un caja de fósforos encendida, dentro de un paquete de maíz vacío en 3/4 partes. Infló y luego amarró media docena de condones en los laterales de la bolsita, revoleó por los aires el extraño experimento. Se escuchó una sutil explosión, luego un puñado de pochoclos comenzó a caer como diminutos paracaidistas que saltaban de un rudimentario globo aerostático. A ciencia cierta, poco importa si imaginó o realmente llevó a cabo la última acción, porque el objetivo de Carlitos a esa altura era que se lo trague la tierra y lo cague al río. Con la ayuda de tres guardias pudo encontrar la salida al instante, cabe aclarar que ellos tampoco les respondieron la anterior duda de los pochoclos.
Más relajado después de las descargas verbales y físicas, comenzó a caminar muy lento, pero su día de furia no había terminado. Pasaba por supermercados orientales pensando:
-¡Qué culo estos chinos! Fabrican unos cuentos tan raros que ni ellos se los creen. Inventaron la pólvora. Son la mitad más uno. Organizaron los últimos juegos Olímpicos y encima, las viejas de la feria dicen que no pagan IVA. Convenios del gobierno de ellos con el nuestro, ¿bisnes son bisnes? Lo que se dice un negocio chinito.
Parecía caminar sin rumbo ni paz Carlitos, como buscando algo que ya no existe. Pero al fin, en la calle Venezuela, casi Piedras, encontró un almacén que no era tan viejo ni tampoco estaba delante de una vivienda. Ni siquiera una radio tenía, sólo un par de personas que silbaban en la entrada el local y al fondo del mismo, un fantasma con cara de polaco, engominado, con su voz ronca entonando: “…que ciego canta y en penumbras la pelea. Sereno y fiel te espera, ese último almacén”. La espectral imagen que solamente él contemplaba, no le hizo mella. Se quedó muy tranquilo porque encontró allí, gente que conversaba sobre cosas pequeñas, sencillas. Tenían tiempo, nadie los apuraba, entonces ahí sí Don Carlos recobró la lucidez.